martes, 13 de diciembre de 2011

3ª Curso 2011-2012 Ruta de la Sierra del Oro (Aldeahermosa a Aldeaquemada)

Aquí os pongo el enlace a la ruta prevista en un principio, desde Aldeahermosa a Montizón, ésta se vió acortada porque se echó encima a noche, dejando la ruta cortada en Aldeaquemada.





Esta vez las previsiones del tiempo me hicieron rajarme en esta bonita ruta. Por eso a continuación pongo la cronica de nuestro Monitor Andrés:

"A veces nos sorprendemos, aunque hoy día es cada vez más difícil sorprendernos. Y nos sorprendimos; mucho.
El transito ciclo turista que nos ocupa discurre por uno de los lugares más recoletos, mas desconocidos y mas solitarios de la geografía jiennense. Cuando preparaba esta ruta, yo fui el primer sorprendido, especialmente por su nombre: “Sierra del Oro”. No la conocía, ni tampoco la gente a la que pregunté. Me puse en contacto con mi amigo Elías que es gran conocedor de todas las sierras de Jaén y me aclaró. Me informó de los lugares mas chulos y en esos momentos, mi curiosidad ya no me dejaría en paz hasta que no fuimos, Chus, Pedro y yo a Aldeaquemada. Originalmente yo había trazado una ruta lógica para llegar a Aldeaquemada desde Aldeahermosa, pero Manolo, el alcalde de Aldeaquemada, me aclaró que el camino de la Finca del Navazo estaba cortado a cal y a canto, como luego hemos podido comprobar. Se ofreció a facilitarnos una ruta alternativa que a la postre resultó ser lo más bonito, con diferencia, que hemos podido ver en los 50 Km. de este recorrido.

La ruta
Cuando llegamos a Aldeahermosa el día estaba lluvioso. Caía un chiriviri que nos obligaba a ponernos nuestra ropa de agua, aunque en ningún momento teníamos la sensación que estuviese lloviendo. Era algo así como una agradable sensación de llovizna. Cuando atravesamos la calle real, estaban poniendo el mercadillo semanal. Las caras y comentarios de la gente, al ver pasar a 25 “abueletes” en bici, fueron diversos, pero todos ellos graciosos. Pronto comenzamos una suave y mantenida subida que tras una primera puerta, pasaba por el Cortijo del Puerco y nos adentraba en la sierra. La llovizna se mantenía. Pronto nos vimos inmersos en en frondoso y profundo bosque mediterráneo que fue sorpresa para todos. Los pocos pinos que pudimos ver, eran de los de copa redonda. Pinos piñoneros y por lo tanto autóctonos de la región mediterránea. Robles de gran porte, encinas productoras de rica bellota, alcornoques, cornicabras, madroños, lentiscos y mucho monte bajo; jaras, romero, espino, espliego, enebros. En los frondosos valles de los arroyuelos, estupendos bosques de galería; alisos, chopos, taráis, adelfas. Un buen ejemplo de bosque mediterráneo.
El arroyo del Puerco transita por un profundo cortado y nuestro camino va tomando altura de forma suave, hasta llegar a dos regatos que han sido usados para cultivar huertos en forma de terracillas. Allí pudimos dar caza a unos magníficos caquis. Una vez alcanzada la cota de los 750 m, nos encontramos con un cruce que nos llevaría al albergue del Vaquerizo, pero nosotros tomamos el camino de la derecha. Nos dejamos caer hasta el Colmenar de Majadalascabras. Antes paramos a llenar agua en una recoleta fuente con unos asientos muy sugerentes, descansamos unos minutos. Majadalascabras es un gran navazo donde originalmente se cultivaba el cereal y las colmenas eran un valor añadido a la economía de la zona. Hay un refugio en explotación, aunque no he conseguido información sobre la forma de acceder a su uso. En el puente sobre el río Dañador, hay una zona de barbacoas y un bonito descansadero. Tras una pequeña ascensión llegamos a una meseta que está sembrada de trigo y con un bosque de pinos a la derecha, es llano todo y por ella se llega a la cortijada de la Ballestera.
Desde la Ballestera, comienza una tortuosa subida hasta encontrar la vertiente del río Guadalen. Al comienzo de la subida nos encontramos con los restos de un camino carretero, y a las postre de origen romano que cruza el arroyo y se deja ver en toda su fisonomía de antiguo camino de transito. Al coronar esta dificultosa y dura subida, otro cruce de caminos, debemos coger el del frente, y dejarnos caer por una bonita bajada hasta el río Guadalen. Desde el puente de este río se divisa una formación rocosa y un gran desfiladero que se llama el Salto de Fraile, origen de este río. De nuevo comienza una mantenida subida, aunque esta se hace algo más suave que la anterior, hasta llegar al cruce de Cuatro Caminos. En este lugar nos encontramos que el camino lógico hasta Aldeaquemada, de forma incomprensible, está vallado a cal y canto por unas fuertes puertas y unos carteles disuasorios.
Cuatrocaminos, es el lugar donde nuestro camino de la Sierra del Oro entronca con el Cordón de Vilches, tramo de la Cañada Real Conquense y a la postre, camino romano desde Castulo a Teruel, amén de paso natural y fácil desde La Mancha a Andalucía. Aquí tomamos el camino descendente, el de la izquierda, que tras varias curvas y sucesiones de subidillas y bajadillas nos llevará a una salida a la derecha que hay que tener cuidado de no dejar atrás con la alegría de la bajada. Este camino, casi intransitado, nos lleva al bello cortijo abandonado de Los Tejos, desde donde nos dejamos caer hasta el arroyo de la Tamujosa. Este camino tiene una puerta que impide el acceso a la finca municipal de los Tejos, pero si se quiere realizar esta ruta, debemos llamar al Ayuntamiento de Aldeaquemada (953669003) y ponernos en contacto con Manuel Fernández, su alcalde, y la finca estará abierta el día y hora indicados.
Al vallecillo del arroyo de la Tamujosa se llega tras una bonita bajada desde el cortijo de los Tejos. Este valle da lugar a una nava y a un bonito bosque de rivera, con alisos, mimbres, chopos y taráis. Aquí la luz ya escaseaba y le daba un encanto al lugar. Encaramos una cuesta difícil, que daba paso a otra cuesta más difícil y tras la última, que comienza en el área recreativa de la Cimbarra, llegamos al paraje natural de la Cascada de la Cimbarra. Sin fuerzas y ya tocados la mayoría, decidimos que con la poca luz que quedaba era mejor tirar rápido al pueblo, y comer, que ya eran las 6 de la tarde.
En el bar la Cruz de Aldeaquemada, dimos cuenta de nuestras provisiones y dejamos al bar sin cerveza (literalmente). Eran las seis de la tarde y desde la una no habíamos probado bocado consistente, salvo cuatro garguerías y barritas. Pero la cerveza tiene mucho potasio y nos repuso pronto."

Cuando haga recopilación de las fotos hechas por el personal haré un pequeño montaje en formato de video.

Como se me ha adelantado nuestro querido amigo Pepe Jiménez, inserto un enlace a su montaje.

Montaje video hecho por Pepe Jiménez